El abuso en el uso de pantallas está ocasionando que niños y jóvenes presenten, desde problemas en el desarrollo visual, de la atención y la concentración, hasta incrementar el riesgo de caer en adicciones. Somos los padres los responsables de gestionar la cantidad de tiempo que nuestros hijos se exponen a las pantallas. La OMS recomienda evitar que los bebés menores de 2 años estén en contacto con las pantallas, 1 hora de exposición para los niños de 2 a 4 años y que los niños y jóvenes de 5 a 17 años no excedan de 2 horas al día.
Más que medir el tiempo, recomiendo que se busquen alternativas creativas para realizar actividades que sean de mayor provecho para los niños y jóvenes.
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