Educar en autonomía
Una de nuestras principales funciones como padres es preparar a los hijos para «volar» de nuestro lado… por duro que suene, esta es la realidad y, aunque para eso falta muchísimo, hay que aprovechar cada día las oportunidades de irlos formando en autonomía. Siempre respetando su periodo sensitivo y su etapa de desarrollo.
Los pequeños están en su etapa de aprendizaje, es la época del «yo puedo solo, mami», todo lo quieren hacer solitos, tal vez por iniciativa propia o por imitar a los mayores, pero para ellos es súper importante ir adquiriendo habilidades motoras y practicarlas cada día.
«Dejarles volar» puede parecer estresante para los papis, pero si poco a poco vas descubriendo aquellas cosas que tu hijo ya puede y quiere hacer por sí mismo y se lo permites, te darás cuenta de que el proceso es parte del crecimiento de tu pequeño, que solo requiere que sus padres confíen en él y le animen a intentarlo.
¡Cuidado con la sobreprotección!
Si un niño puede hacer algo por sí solo pero no se le permite, es probable que se esté frenando o evitando su desarrollo normal. Es lógico que exista una cierta tendencia de los papis a sobreproteger a sus hijos más pequeños. Es casi inevitable verlos como personitas desamparadas que requieren todo tipo de ayuda para lo más básico, pero, si queremos hijos felices y potencialmente capaces, es necesario enviarles el mensaje de que pueden lograr muchas cosas por sí solos.
Algunas veces no es cuestión de que creas o no que tu chiquito es capaz de hacer las cosas, sino que prefieres hacerlas tú por él, para ahorrar tiempo y evitar cierto «desorden», sin embargo, lo mejor para tu hijo siempre será que lo enseñes a hacer las cosas por sí mismo y que lo animes con paciencia y confianza en que lo irá logrando cada vez mejor y en menor tiempo.
Autoestima sana
Siempre toma en cuenta la personalidad de tu pequeño, tal vez hay que empujarlo un poquito para que intente hacer ciertas cosas, o por el contrario, debes frenarlo si lo que quiere hacer es algo para lo que aún no está listo o lo pone en riesgo. La mejor recompensa para tu hijo será el sentimiento de logro, sin embrago, siempre es buena idea alabarlo y felicitarlo por su esfuerzo de hacer las cosas por sí mismo, o al menos por intentarlo. Recuerda que esta actitud por parte de los padres, forma niños seguros de sí mismos con una sana autoestima, una autopercepción de valía personal fundamental para el óptimo desarrollo del pequeño.
Grados de autonomía del niño
Aunque cada niño es diferente y tiene destrezas y habilidades muy peculiares, el grado de estimulación que ha recibido influye en su capacidad para realizar ciertas cosas. Hay edades ideales para el logro de actividades específicas, siempre toma en cuenta que cada etapa es diferente de un niño a otro y que la autonomía se va adquiriendo gradualmente.
- De 1 a 2 años: a esta edad el pequeño ya puede moverse y desplazarse con más confianza. Comer ciertos alimentos utilizando la cuchara, al principio se va a ensuciar pero irá aprendiendo poco a poco. Desvestirse. Recoger sus juguetes.
- De los 2 a los 3 años: Comer solo y tomar en vaso. Está listo para el control de esfínteres. Vestirse y desvestirse con ropa sencilla. Lavarse las manos. Correr. Ayudar en alguna tarea de la casa como recoger su plato, ordenar sus juguetes, etc.
- De los 3 a los 4 años: Vestirse solo, aunque aún le falta destreza para abotonar y desabotonar. Quitarse los tenis o zapatos. Ayudar a poner la mesa. Empieza a bañarse solito con un poco de ayuda. Cerrar la llave al lavarse las manos. Puede empezar a utilizar el tenedor para comer.
- De los 4 a los 5 años: Comer solo utilizando los cubiertos, recoge su plato e incluso podría lavarlo con supervisión. Vestirse, incluyendo abotonar y desabotonar. quitarse y ponerse los zapatos. Cepillarse los dientes. Ir al baño y asearse sin ayuda. Bañarse solito. Ayudar en tareas de la casa.
- De los 5 a los 6 años: Empieza a utilizar el cuchillo para comer. Atarse las agujetas. Se viste solo. Va al baño y se asea sin ayuda. Bañarse y lavarse el cabello. Ayudar en tareas de la casa.
Si descubres que has estado haciendo todo por tus hijos y deseas ayudarles a ganar autonomía, es importante que te traces objetivos de acuerdo a su edad y que, con mucha paciencia y perseverancia, los enseñes y animes a hacer aquellas actividades para las que ya están listos. Recuerda que lo ideal es hacerlo de manera divertida como si fuera un juego o un reto, lo que no se vale es desanimarlos o desanimarte porque no les salen las cosas perfectas a la primera.
Platícanos, ¿qué otras cosas logran hacer tus hijos sin ayuda?