¡La vida es mejor con música! Los expertos en desarrollo infantil también opinan lo mismo. Es increíble la enorme cantidad de beneficios que trae a los pequeñitos el estar en contacto con la música, pues es una potente herramienta que ayuda a su desarrollo cognitivo, psicomotor, social y emocional.
Es bien conocido que la música durante el embarazo ofrece muchas bondades a la madre y al bebé, ¿sabías que la música estimula la frecuencia cardiaca en el feto? y también ayuda a la futura mamá a liberar endorfinas. Resulta de lo más normal que la mamá le cante al bebé mientras lo baña o lo arrulla, esto crea, además, una fuerte conexión emocional entre ambos.
Adicional al bienestar que puede generar la música en chicos y grandes, sus efectos positivos han sido estudiados y demostrados en diversas investigaciones.
De acuerdo al cuadro resumen de los Períodos Sensitivos, de los 0 a 6 años los niños, de manera natural, aprenden habilidades relacionadas con su corporalidad tales como caminar y mantener el equilibrio, lo que llama la atención es que la música aparece en primer lugar abarcando su período de los 0 a los 4 años, y no solo eso, sino que además potencia directamente otras habilidades de la inteligencia tales como el hablar, fortalecer la memoria, la imaginación, adquirir un segundo idioma e incluso, las matemáticas.
Aquí te comparto los beneficios más significativos de la estimulación musical en los niños de los 0 a los 6 años:
- Contribuye al desarrollo físico y cognitivo del pequeño, ya que estimula la parte del cerebro que está dedicada al razonamiento lógico, la resolución de problemas prácticos o los números. Por eso los niños que no solo escuchan música sino que la estudian y aprenden solfeo tienen más facilidad para las matemáticas.
- Estimula el lenguaje y aumenta el vocabulario en los niños; las canciones con letra no son más que textos con rimas que les ayudan a adquirir un vocabulario más rico, que se fija mejor en su cerebro.
- Fortalece la memoria, la atención y la concentración; escuchar música, además de divertir, anima a los chiquitos a aprender ritmos y letras de canciones que más tarde serán capaces de reproducir.
- Desarrolla la psicomotricidad a través del ritmo, la coordinación y el equilibrio, pues difícilmente un pequeño que escucha música no siente el deseo natural de moverse a su ritmo por medio del baile. De hecho, el bailar está relacionado con la motricidad gruesa en donde se trabajan las distintas partes del cuerpo para lograr el ritmo, el equilibrio y la coordinación.
- Fomenta la creatividad y la imaginación; reconocer patrones rítmicos en una melodía actúa sobre la región creativa del cerebro del niño, y lo motiva a desarrollar su imaginación, al mismo tiempo que aumenta la habilidad del pequeño de desarrollar otras actividades artísticas como el dibujo y la pintura.
¿Cómo estimular musicalmente a tu hijo?
Puedes empezar a estimular a tu pequeño en casa, es de lo más fácil, te recomiendo que comiences con exponerlo a escuchar música instrumental y que vayas variando los tipos de canciones, ritmos e instrumentos.
-Integra como parte de sus juguetes, instrumentos musicales como sonajas, maracas, tambores, xilófonos, triángulo, etc. Revisa que los juguetes correspondan a la edad de tu hijo, pues hay una gran variedad de opciones. Es buena idea el fomentar que los niños aprendan a tocar algún instrumento, pues les aporta muchos beneficios.
-Otra forma de estimular a tu hijo es a través del baile. Bailen juntos, separados, en la casa, en el súper… es divertido, lo hace feliz y de paso le ayuda en su psicomotricidad, equilibrio, ritmo y coordinación.
-Canta con tu pequeño. Cántale canciones que te gustan, que te inspiran, que te evocan recuerdos positivos. Y ayúdale a que memorice algunos coros para que cante él también. Cuando vayan en el carro, pon la música que le gusta y canten juntos…
-También puedes inscribir a tu pequeño en clases de estimulación musical, a los niños les encanta y las actividades están diseñadas para que, de acuerdo a su edad, puedan despertar en ellos la sensibilidad artística y la percepción auditiva, además de trabajar las distintas emociones y fomentar una sana autoestima y socialización.
Como ves, son muchos los beneficios cuando se promueve en los pequeños una estimulación adecuada a la música; no dudes en aprovechar la disposición natural que tiene tu hijo en esta etapa para introducirlos en el aprendizaje de la música, no debe de faltar durante sus años formativos.